Cómo mejorar la digestión

Los trastornos digestivos como estreñimiento, gases, diarrea o digestiones pesadas son cada vez más habituales. Según Montse Bradford, experta en nutrición natural, la forma de vida de nuestros antepasados a cambiado mucho respecto a la actual. La aparición de productos procesados y el cambio de sistemas de producción son dos de los grandes cambios.

Según Bradford, nos hemos ido alejando de un sistema tradicional y natural. No obstante, también debemos reflexionar sobre nuestros hábitos alimenticios: la clase de alimentos, cómo comemos o qué cantidad de comida damos diariamente a nuestro cuerpo.

Más aún, si nuestro sistema digestivo no funciona correctamente, a la larga puede tener consecuencias más perjudiciales en nuestra organismo. Según explica la dietista y nutricionista Cristina Lafuente en el digital Alimmenta, los problemas digestivos que perduran acaban repercutiendo en nuestra salud ya que los nutrientes de los alimentos no se aprovechan correctamente.

 

Consejos y cambios de hábitos

Cómo comer. Es habitual ver cómo las personas comen en cualquier sitio: por la calle, en el tren o de pie, o bien delante del ordenador para acabar cuanto antes el trabajo. Es importante tomarse un tiempo para relajarnos, ya que de esta manera ayudamos a nuestro cuerpo a absorber y digerir. Es igualmente fundamental comer despacio, masticando bien para evitar los molestos gases.

Actividad física y beber 1,5 litro de agua cada día, un nutriente básico para nuestro organismo ya que influye en muchas funciones de nuestro organismo.

Cantidad. La cantidad también es un factor muy importante para la mejora de nuestra digestión. Según Bradford, es mejor consumir en pequeñas cantidades y distribuidas tres veces al día, que una única dosis y de gran cantidad. Este último hábito conlleva quedarse sin energía, tras largas horas sin ingerir nada; más cansancio, además de que se ingiera mucho más de lo necesario.

Alimentación adecuada. Cristina Lafuente nos señala cómo mejorar nuestro sistema digestivo gracias a una alimentación equilibrada.

  • Dieta rica en frutas y verduras, cereales integrales (contienen una gran cantidad de fibra para regular el tránsito intestinal), legumbres, pescado (más raciones semanales que de carne), lácteos y grasas saludables como el aceite de oliva.
  • Las cocciones deben ser bajas en grasa: hervidos, plancha, vapor, horno entre otros.
  • Evitar los alimentos procesados y grasas saturadas como la bollería industrial o embutidos.

 

Fuentes

La alimentación natural y energética. Montse Bradford. Ed. Oceano Ambar

Cristina Lafuente. Cómo mejorar nuestras digestiones

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