Un lugar emblemático de la ciudad barcelonesa, un espacio en el que uno puede sentir que aún no ha abandonado del todo aquella época del siglo XIX. Hablamos de la popular y reinventada fábrica Moritz, un edificio muy simbólico de nuestra ciudad condal que está situado en la Ronda de Sant Antoni.
La microcervecería, la cervecería y un store conforman toda una cultura de la que los visitantes saben integrarse a la perfección. Pero la fábrica no solo es solo ocio, es una historia que a lo largo de los años se ha ido tejiendo gracias a la gran tenacidad del fundador Louis Moritz.
Imagen de la antigua fábrica Moritz. Imagen de Moritz.
En 1956 Louis Moritz llega a Barcelona y empieza a experimentar y a elaborar cerveza. Tal fue su dedicación que años más tarde compraría la fábrica de Joan Maurer y así se convirtió en uno de los productores de este producto más populares de aquella época. Su éxito y la gran demanda comportó un gran reconocimiento a la marca, y en 1897 inauguran la Cervecería Moritz.
Al cabo de dos años de la muerte de Louis Moritz, sus herederos crearon la Fábrica de Cervezas Moritz, S.A. Es en este punto cuando el prestigio de la empresa se consolida ampliando el volumen de ventas.
Imagen de la fábrica de cervezas Moritz de Barcelona.
En el año 1978, y debido a la crisis del petróleo, Moritz debe vender parte de sus acciones y desaparece del mercado. El arraigo de la familia del fundador siempre ha sido tal, que en 2004 se relanza la marca. Gracias a la quinta generación Moritz, la cerveza, muy arraigada a la cultura barcelonesa, vuelve a la ciudad. Y no solo en lo que se refiere al producto, sino en forma de impulso al patrimonio arquitectónico y cultural de Barcelona con la rehabilitación de la fábrica de la Ronda de Sant Antoni en 2011 o el Bar Velódromo.
Es a partir de entonces cuando la Fábrica Moritz constituye un punto de encuentro y un paseo cultural para los visitantes.
La cervecería de Moritz.
Qué podemos encontrar en la Fábrica Moritz
En la misma web se recoge “la Fábrica Moritz Barcelona podríamos definirla como un parque temático para adultos y si son amantes de la cerveza, mucho mejor!”
La microcervecería es una máquina que, según la marca, es capaz de producir diariamente dos cocciones de 20Hl de Moritz fresca sin pasteurizar. En la cervecería, además de la línea de cervezas Moritz, se puede disfrutar de una carta con ofertas gastronómicas muy suculentas.
Para acabar de disfrutar este singular espacio, tenemos la M-Store, un lugar en el que encontrarás desde exclusivos artículos de diseño, hasta productos de alimentación delicatessen como el pan Triticum y otras marcas como nuestro membrillo artesano Valliser.
El M-Store representa la marca Moritz y cualquier visitante puede disfrutar de una auténtica exposición como si de un museo se tratara.
Imágenes cedidas por Moritz
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