Cómo conseguir un bizcocho esponjoso

El bizcocho es uno de los dulces más populares de nuestro país. Sus ingredientes principales son la harina, el huevo y el azúcar. También puede llevar algún tipo de grasa como mantequilla o aceite de oliva, y algún ingrediente para aromatizarlo como vainilla, canela o ralladura de limón.

Uno de los mayores temores al hacer este dulce es que se hunda o no salga esponjoso. Tal y como describe Harold McGee en su libro La buena cocina las tres claves para conseguir un bizcocho perfecto son respetar las cantidades de los ingredientes, el proceso de mezclar y el horneado.

 

Los ingredientes

Respetar las cantidades de los ingredientes es uno de los pasos más importantes para que nos salga un bizcocho esponjoso y perfecto. En el caso que nos pasemos podemos conseguir que nos salgan muy densos o bien que se hundan.

Los huevos que uses deben ser medianos (si la receta no indica lo contrario) para no añadir más líquido a la masa del dulce. Además, para evitar que la misma se corte, mantener todos los ingredientes a temperatura ambiente.

 

El batido

Este proceso debe ejecutarse con mucha delicadeza y respetar bien el tiempo. Si vamos agregando los ingredientes por orden y lo batimos de manera que la masa se airee, conseguiremos un bizcocho mucho más ligero y esponjoso. Para conseguir que la masa contenga aire solemos hacer el batido en varias fases: el azúcar con los huevos y el tamizado de la harina. En cada fase deberemos parar para poder raspar los restos de masa que han quedado en las paredes y volverlos a añadir a la masa principal. Una vez hayamos tamizado la harina, agregarla rápidamente a la misma masa para no perder el aire. Finalmente, deberemos remover con movimientos envolventes toda la mezcla.

 

Horneado

La temperatura del horno es un aspecto muy importante ya que si no lo graduamos correctamente se nos puede cocer muy lento o bien se nos puede tostar por su superficie mientras el interior está crudo. Hay que recordar que durante la elaboración del bizcocho el horno debe estar a una temperatura adecuada para que se vaya calentando. Una vez hayas hecho la masa introducirla enseguida al horno.

Una temperatura correcta es de 180ºC. El nivel ideal donde debe colocarse el bizcocho es en el centro del horno para que se caliente toda la masa uniformemente. Un truco para que la superficie no se tueste es colocar papel de aluminio sobre el molde.


Otro consejo muy importante es no abrir nunca la puerta del horno mientras el bizcocho se está cocinando ya que el vapor se escapará y se hundirá. Transcurrido el tiempo de horneado comprobar con un palillo o cuchillo si la masa está cocinada. Si el palillo no deja restos de masa ya tendremos listo el bizcocho.

 

McGee, Harold. La buena cocina. (2010). Barcelona: Editorial debate

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