Tras una temporada de excesos o consumiendo una dieta poco adecuada, buscamos de nuevo una nueva pauta para conseguir una alimentación equilibrada y, sobre todo, eliminar toxinas de nuestro organismo.
Una de las causas de la retención de líquidos también se origina si se consume una dieta rica en sal. Así bien, ¿cómo podemos ayudar a depurar nuestro organismo? La nutricionista Jordina Casademunt aconseja que el primer paso para eliminar las toxinas es limpiar el hígado, órgano que cumple las funciones de segregar bilis, almacenar nutrientes y eliminar sustancias tóxicas. Casademunt nos aconseja evitar el consumo de alimentos que generen un alto contenido en toxinas: embutidos, carne, lácteos, alcohol, café y alimentos procesados. Por el contrario, debemos beber un alto contenido en agua, caldos e infusiones; e ingerir alimentos como alcachofa, endivias, col, brócoli, apio o germinados de alfalfa.
Para eliminar la retención de líquidos se recomienda, a parte de beber abundante agua, seguir una dieta baja en sal para que los riñones puedan trabajar correctamente (cumplen la función de eliminar las sustancias de deshecho); hacer deporte como caminar o realizar ejercicios de piernas, consumir alimentos ricos en potasio (ayuda a distribuir correctamente el nivel del agua por nuestro cuerpo) y seguir una dieta equilibrada a nivel proteínico.
Las infusiones son una de las bebidas que también se aconsejan para ayudar a eliminar toxinas y líquidos. No obstante, y ante la gran variedad de infusiones, es difícil saber cuál es la mejor. A continuación, te mostramos una tabla con las plantas de infusiones más comunes:
Planta | Usada para… |
Diente de león | Eliminar toxinas y problemas renales o hepáticos. |
Cola de caballo | Diurética, combate la anemia. |
Té verde | Depurativa, diurética y antioxidante. |
Té de Java | Elimina exceso de grasa, diurética y antiinflamatoria. |
Pilosella | Diurética, depurativa. |
Según afirma la dietista Neus Elcacho en la publicación Ets el que menges, se aconseja beber como máximo tres tazas al día y con una dosis de una cucharadita rasa por cada una de ellas. Además, en el caso de embarazo o lactancia hay que consultar con el especialista si se pueden consumir ciertas plantas, ya que algunas tienen contraindicaciones.
Fuentes
Jordá, MJ (2007)Diccionario práctico de gastronomía y salud
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