Productos de temporada
Los espárragos son tallos jóvenes y tiernos de la esparraguera, una planta herbácea de la familia de las Liliáceas, de la que también pertenecen también otros vegetales como las cebollas y los puerros.
¿Sabías hay tres tipos de espárragos? Así, en nuestra clasificación tenemos los blancos, los silvestres y los verdes. Los primeros se caracterizan por ser más tiernos y dulces; los silvestres por tener un gusto más intenso y los verdes por ser los de cultivo de la temporada primaveral.
Esta hortaliza se ha consumido a lo largo de mucho tiempo. Hasta finales del XIX, el tipo que se consumía era el verde, no obstante, cuando se empezó a cultivar bajo tierra, aparecieron los de la variedad blanca, que al crecer bajo tierra no desarrolla clorofila y por este motivo no tienen el color característico verde.
Los espárragos son una hortaliza de temporada de primavera que destacan por su gran poder diurético, su riqueza en antioxidantes y su fibra prebiótica, ideal para una buena digestión de los alimentos.
Su componente principal es el agua con un contenido de un más de un 90%, hidratos de carbono, fibra y proteína (es una de las verduras más ricas con este nutriente).
Respecto a las vitaminas, esta hortaliza es una buena fuente de antioxidantes gracias a la vitamina C, E, provitamina A. La vitamina C es un nutriente esencial para la formación de piel, glóbulos rojos, huesos y dientes. Además combate los radicales libres, culpables del envejecimiento del organismo. La vitamina E mantiene el equilibrio de las células sanguíneas. Gracias a la vitamina A, podemos asegurarnos un buen funcionamiento de la retina y de los tejidos de la piel.
Otras vitaminas importantes del grupo B, la B3 y B9, ayudan a la formación de los glóbulos blancos y rojos, en la formación de anticuerpos del sistema inmunológico y en el funcionamiento del sistema nervioso.
En relación a los minerales, el potasio y el azufre son otros componentes esenciales para la transmisión de los impulsos nerviosos del organismo en el primero, y en la formación de la proteína de los tejidos en el segundo.
Efecto diurético
Alta capacidad de eliminación de líquidos por su riqueza en potasio y su baja dosis de sodio. Es ideal para personas hipertensas, con retención de líquidos y cálculos renales si no son provocados por el ácido úrico.
Fibra
Como ya comentamos en un anterior artículo, la fibra es esencial para la regulación del tránsito intestinal y para mantener la flora intestinal en equilibrio. Por lo tanto, es uno de los alimentos recomendables en caso de estreñimiento. Esta hortaliza presenta una fibra llamada fructooligosacáridos (FOS) con efecto prebiótico que ayuda a en la asimilación y digestión adecuada de los alimentos.
Mantiene piel, uñas, cabello
Su alto contenido en vitaminas y minerales ayudan a mantener en buen estado y a regenerar los tejidos, piel, uñas y cabello.
Propiedades antioxidantes y anti-inflamatorias
Gracias a la clorofila los espárragos tienen propiedades anti-inflamatorias y anti-bacterianas.
Obesidad
Por su escaso aporte calórico, su elevado contenido en fibra y su capacidad saciante, se utiliza de forma habitual en dietas de adelgazamiento.
Cómo cocinarlos
Antes de cocinarlos debes asegurarte de elegir los que tienen el tallo recto y firme, las puntas compactas y los de un color verde uniforme. Hay que tener en cuenta también que el calibre de los espárragos no depende de más o menos suavidad ya que todos poseen un sabor intenso.
Otro aspecto importante para garantizar el consumo de todas sus propiedades es la conservación. Deberás almacenarlos envueltos en un paño húmedo dentro de la nevera hasta un máximo de tres semanas. Si se guardan en una bolsa de plástico, estos solo se mantendrán tres días y cada vez más se endurecerán. Así, al perder rápidamente sus propiedades organolépticas se aconseja consumir cuanto antes estos alimentos.
La forma más habitual de consumirlos es hervidos, pero también se pueden hacer a la plancha, asarlos y añadirlos en una gran variedad de recetas como cremas, revueltos, pasteles salados entre otros.
Fuentes
Fundación Alimentación Saludable
Ets el que menges (publicación)
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