Las semillas son un ingrediente que además de ofrecernos un gran sabor a nuestros platos, nos aporta una gran cantidad de nutrientes. Este poderoso ingrediente es una buena fuente de vitamina E, proteínas, grasas saludables, y además son de fácil asimilación.
Semillas de sésamo
Semilla con un alto valor nutritivo por su gran cantidad de nutrientes como aminoácidos, grasas, vitaminas y minerales. Contienen aproximadamente un 35% de proteínas de alto valor biológico, incluso más que algunos frutos secos; y son una buena fuente de fósforo, hierro, magnesio y calcio. Esta semilla nos aporta el doble de calcio que la leche, pues en 100 gramos de sésamo hay 975 mg de este mineral, mientras que la leche contiene aproximadamente unos 119 mg.
El sésamo es un alimento que fortalece el sistema nervioso gracias a su aportación en aminoácidos como la metionina y triptófano. Su riqueza en antioxidantes hace que sea un aliado para retrasar el envejecimiento celular y para proteger nuestro organismo de las bacterias y radicales libres. También destaca por inhibir el desarrollo de las células cancerígenas.
Consejos: el sésamo es una semilla recomendada para las mujeres en estado de gestación y con el periodo de menopausia por su alto contenido en calcio.
Antes de consumir las semillas, lavarlas, secarlas y triturarlas un poco, ya que de esta manera nuestro organismo asimilará este beneficioso alimento. Una vez las hayas secado deberás tostarlas en una sartén sin aceite hasta que las semillas estén totalmente secas y adquieran un tono marrón claro.
Semillas de girasol
Destaca el gran valor nutritivo de esta semilla ya que contiene más proteína que la carne y gran parte de su contenido en grasa son ácidos poliinsaturados, por lo que ayuda a controlar el nivel de colesterol en la sangre. Son una buena fuente de fósforo, calcio, hierro y vitaminas A, D, E y algunas del grupo B. Entre sus grandes aportaciones, la semilla de girasol es fundamental para el desarrollo del sistema nervioso y para la lubricación de los intestinos, por lo que ayudan a combatir el estreñimiento.
Consejos: es aconsejable lavar y secar las semillas de girasol antes de su consumo. De la misma manera que las semillas de sésamo, este ingrediente también debe tostarse ligeramente en una sartén hasta que adquiera un color dorado.
Semillas de calabaza
Las semillas de calabaza tienen un alto contenido en proteínas (24,5%) y grasas poliinsaturadas como el omega 3 y el omega 6. También presenta un alto contenido en vitamina A, E, B y minerales como el hierro y calcio. Los aminoácidos esenciales como la cucurbitina hacen que estas semillas contengan propiedades emolientes, antiinflamatorias y antiparasitarias. Son un buen antiparasitario intestinal y son recomendables para tratar problemas de la próstata y vías urinarias.
Consejos: repetir el mismo procedimiento de las anteriores semillas. Al tostarla, la semilla de calabaza se vuelve marrón claro y se abulta un poco.
Semillas de lino
Es una buena fuente vegetal de omega 3, fibra soluble y antioxidantes para combatir los radicales libres y proteger el sistema inmunológico. Por su contenido en fibra, la semilla de lino es un gran aliado para combatir el estreñimiento y mantener la salud cardiovascular.
Semillas de chía
Las semillas de chía son consideradas un ‘superalimento’ ya que gracias a sus nutrientes ayudan a controlar la salud del corazón y la diabetes por su capacidad de retrasar la absorción de grasas y carbohidratos. La semillas de chía contienen más de un 35% de ácidos grasos poliinsaturados como el omega 3 y el omega 6, ideales para prevenir las enfermedades cardiovasculares. También son una buena fuente de proteínas (20%) y fibra. Respecto a los minerales, las semillas de chía son una gran fuente de calcio.
Alimento aconsejable para las personas con digestión débil o para casos de convalecencia de enfermedades. Las semillas se pueden consumir a cualquier edad, pero son especialmente recomendables durante la etapa de la infancia y de la tercera edad. Su alto contenido en mucílagos hace que sea un alimento eficaz contra las inflamaciones digestivas como la gastritis.
Consejos: las semillas de chía se pueden tomar de diferentes maneras: aceite, harina y gel. Generalmente se consumen con ensaladas, y se preparan con ellas cremas, dulces, yogur o jugos. Si se ponen en remojo en agua fría durante aproximadamente una hora, las semillas desaparecen y se forma un gel, que resulta ideal como espesante en preparaciones como zumos.
Consejos generales de las semillas
Usos culinarios
Podemos aprovechar los beneficios de las semillas si las añadimos en numerosos platos de nuestra dieta habitual. Por ejemplo, en ensaladas, sopas, cremas, batidos, zumos, pan, repostería y en platos de verduras o carne.
Fuentes
Cuerpo Mente
Martín, A. (2013). Comer para ser mejores. Barcelona: Grijalbo
Bradford, Montse. (2015) La alimentación natural y energética. Oceano Ambar
Imágenes
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