Actualmente existe una gran oferta de bebidas vegetales en el mercado. Gracias a esta gran variedad, muchos consumidores han encontrado en estos productos una alternativa a la leche de origen animal. Hay varios factores que explican este incremento: alergia a la lactosa (azúcar de la leche), caseína (proteína leche) o por el interés y el atractivo que suscitan en los consumidores.
De la misma manera que la leche de vaca, esta bebida también acepta varios usos culinarios. Se toman solas, con café o cereales, pero también puede usarse para preparar salsas, cremas, batidos, postres y repostería.
Beneficios bebidas vegetales
Aunque desde muchos sectores le suelen llamar leche la normativa no determina llamar así a este producto. La legislación europea indica que todos los productos líquidos que provengan de vegetales deben denominarse bebidas junto con el nombre del alimento del que esté elaborado (legumbres, frutos secos o cereales).
Las bebidas vegetales son productos fáciles de digerir y aportan muchos nutrientes ya que destacan en fibra, ácidos grasos insaturados, calcio y vitaminas A, B, E. No obstante, carecen de algunos aminoácidos esenciales para el organismo que se pueden complementar con otros alimentos.
A continuación detallamos las bebidas vegetales más comunes que hay en el mercado:
Bebida de soja
Es la más similar a la leche ya que es rica en proteínas de alto valor biológico, pero tiene grasas poliinsaturadas, un beneficio para la salud cardiovascular. Además contiene vitaminas del grupo B y E, y minerales como el calcio (normalmente se le añade). No contiene grasas por lo que pueden tomarla las personas con niveles de colesterol alto. Las isoflavonas (sustancias presentes en el grano) de esta legumbre ayudan a reducir los síntomas de la menopausia de las mujeres.
La soja es una legumbre que no puede ser bien tolerada por las personas intolerantes a estos alimentos. Para ello se recomienda siempre comprarla ecológica y hervirla con un poco de canela y sal marina durante unos 10 minutos.
Bebida de avena
Es la bebida más completa por sus propiedades nutritivas: aminoácidos esenciales, ácidos grasos, vitaminas del grupo B; minerales como el magnesio, hierro y calcio, y carbohidratos. Hablamos de una bebida muy energética, por eso es ideal para combatir el cansancio. El alto porcentaje de fibra que aporta hace que este producto sea ideal para regular los niveles de colesterol y reforzar el sistema digestivo. Hay que señalar que es una bebida no apta para celíacos porque no toleran la proteína de la avena
Bebida de arroz
Es una bebida muy ligera y tiene menos calorías que la de avena, soja y almendras. Su alto contenido en triptófano y vitaminas del grupo B ayudan a mantener el sistema nervioso. Esta bebida también es rica en ácidos grasos esenciales y es ideal para personas con problemas digestivos como hernia de hiato, gastritis o tienen digestiones lentas.
Bebida de almendras
Bebida muy fácil de digerir con un alto contenido en proteínas y fibra. La bebida de almendras, que tiene un sabor fino, es rica en vitaminas en A,E y B5 y minerales como calcio, hierro, potasio, magnesio y fósforo. Contiene un aminoácido esencial, la L-arginina, ideal para el desarrollo y crecimiento para los niños.
Bebida de coco
Contiene un alto contenido en fibra y es perfecta para tomar como bebidas calientes y con cereales.
Bebida de quinoa
Es una bebida muy nutritiva por su alto contenido en proteínas, fibra, calcio y hierro, fósforo y magnesio. También destaca en vitamina A, B y E.
Bebida de avellanas
Bebida muy sabrosa con los mismos beneficios que la de almendra. Destaca por su bajo contenido en sodio –por lo que es ideal para las dietas de las personas con hipertensión- y cantidades importantes en ácido fólico, magnesio, fósforo y calcio. También destaca por su alto contenido en fibra (recomendable para personas con problemas de estreñimiento) y es unas bebidas ideales para niños, embarazadas, lactantes y personas mayores.
Bebida de espelta
Con un alto porcentaje en fibra, proteínas y ácidos grasos esenciales como ácido oléico y linoléico. También destaca por su alto contenido vitaminas E y Ben hierro, zinc, magnesio y fósforo.
Fuentes
Comer para ser mejores. Adam Martín. Ed. Grijalbo
Alimmenta. Dietistas y nutricionistas
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