Ahora que llega el buen tiempo apetecen las actividades al aire libre, excursiones y reunirse con los amigos. Los picnics y las barbacoas son ideales para que estas salidas sean aún más divertidas. Como nos gusta hablar de gastronomía y nutrición, hoy te vamos a acercar en la tradición del calçot, una variedad de cebolla muy popular en la gastronomía catalana y que toma el protagonismo en las barbacoas durante los meses de su temporada, entre mediados de noviembre hasta mediados de abril.
¿Pero cómo llegó este alimento a nuestras mesas? La historia relaciona esta hortaliza con un campesino de Valls conocido como ‘Xat de Benaiges’. El hombre asó unos brotes tiernos de una cebolla sobre un fuego vivo en lugar de ponerlos encima de las brasas. Pero en vez de tirarlos, se le ocurrió pelarlos y entonces descubrió que en su interior la cebolla estaba muy tierna. Es así que a partir del siglo XX se popularizó la ‘calçotada’ de Valls, una tradicional fiesta que se celebra el último domingo de enero. En esta fiesta se inaugura oficialmente la temporada de los calçots y muchas son las familias y amigos que disfrutan consumiéndolos con el típico babero para no mancharse con la salsa de calçots con la que los mojan, muy parecida a la salsa romesco.
Es un producto con un contenido bajo en calorías y con una buena fuente de fibra, así que es ideal para regular el tránsito intestinal. Tiene propiedades diuréticas, por lo que su consumo ayuda a eliminar toxinas y evitar la retención de líquidos. Este alimento también contiene vitamina B y C así como propiedades antioxidantes como los flavonoides.
Ingredientes. Los ingredientes básicos de una ‘calçotada’ son los calçots con la salsa, carne de cordero y la botifarra a la brasa según la web IGP Calçots de Valls.
Preparación. Primero cortar un poco las hojas verdes y las raíces del extremo del calçot. Acto seguido colocar la parrilla encima de un fuego bien vivo y, a continuación, poner los calçots para que se vayan cociendo. Recuerda girar la parrilla unas tres veces para conseguir que se cuezan por todos los lados. Para saber si están listos, basta con comprobar que tienen la punta blanda y observar que su superficie están completamente negros.
Cuando estén hechos retirarlos y envolverlos en papel de periódico para que mantengan su temperatura y se acaben de ablandar. Para evitar que los invitados se manchen con la salsa prepara unos baberos y así podrán disfrutar de su consumo y realizar el gesto tan popular cuando se lo acercan a la boca.
Otras cocciones. Si no puedes hacerlos a la brasa, otra alternativa es hacerlos al horno, quedan también muy buenos y tiernos. Otras recetas son cremas o flanes, coca, croquetas o calçots en tempura. Puedes aprovechar las sobras con estas recetas o incluso elaborar una ensalada o escalivada.
Chuletas cerdo con Salsa agridulce membrillo
Aperitivos: tabla de quesos y membrillo
Aperitivos: montaditos de chips
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