Es una de las frutas más apreciadas por su sabor y propiedades. Hablamos del kiwi, una fruta de sabor entre ácido y dulce con alto poder saciante gracias a la cantidad de fibra que contiene. El origen del término kiwi viene de una empresa americana que distribuía frutas. En un principio, y para atraer a sus consumidores, la distribuidora eligió el mismo nombre de un pequeño pájaro de cuerpo redondeado que recordaba a este alimento.
Beneficios del kiwi
Es una fruta baja en calorías y con una gran variedad de nutrientes beneficiosos para nuestra salud. Entre estos, destacamos la fibra soluble e insoluble, que ayuda a regular los niveles de colesterol y prevenir el estreñimiento, una alteración de nuestro sistema digestivo que preocupa a muchas personas. Es por ello que el kiwi es muy consumido con el fin de evitar este trastorno.
Esta fruta también es una buena fuente de vitaminas C y E, nutrientes antioxidantes como compuestos fenólicos ideales para combatir los radicales libres y mantener la piel, dientes y tejidos en buen estado. La vitamina C ayuda a absorber el hierro de los alimentos que consumimos, por lo que es importante consumirla con alimentos ricos en este componente.
En lo que refiere a minerales, aporta una buena cantidad de magnesio, fundamental para el desarrollo y mantenimiento de los huesos y músculos; y potasio, un componente ideal para el sistema nervioso y eliminación de líquidos. Por su riqueza en potasio y bajo aporte de sodio, el kiwi resulta muy recomendable para las personas que sufren de hipertensión arterial o afecciones relacionadas con la salud cardiovascular. También es rico en ácido fólico, componente que participa en la formación de glóbulos rojos y blancos y anticuerpos.
Además, las semillas tan características de la fruta contienen omega 3, componente que ayuda a mantener una buena salud cardiovascular.
Es por este motivo, que el kiwi se ha ganado la fama de ser una fruta ideal para introducir en nuestra dieta equilibrada.
No obstante, hay que tener en cuenta que esta fruta contiene cristales de oxalato cálcico, un componente presente en muchos vegetales, por lo que las personas que tienen tendencia a cálculos renales deberían tenerlo en cuenta.
Cómo comprarlos y conservarlos
Cuando los compres intenta elegir las frutas sin manchas y sin golpes. Evita coger los que estén muy blandos, pues estos van perdiendo tanto sus propiedades como su sabor tan característico. Puedes conservarlos en un lugar fresco a temperatura ambiente (aguantan unos 15 días) o en la nevera (aguantan unos 30 días). Para acelerar el proceso de maduración lo mejor es dejarlos a temperatura ambiente.
Consejos y trucos de cocina
El kiwi se consume como fruta fresca partiéndolo por la mitad y cogiendo su carne de cada parte con una cucharadita, o bien se pela su piel. Es recomendable no licuarlo puesto que se pierden algunas propiedades como la fibra. Por lo tanto, si no quieres perder sus beneficios consúmelo entero.
Al ser una fruta muy atractiva, esta fruta se emplea como decoración en numerosos platos, postres, bebidas o en repostería.
Imágenes: Alexas_Fotos y MarcoCentenaro80 vía Pixabay
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