El sistema inmunológico es la defensa natural de tu cuerpo contra las infecciones. Consiste en una red de células, tejidos y órganos que trabajan conjuntamente para identificar y mantener fuera de nuestro organismo gérmenes invasores. Cuando estos entran en nuestro cuerpo, el sistema los ataca y destruye con el fin de mantenernos saludables. ¿Qué puede ocurrir si nuestro sistema inmune no funciona bien? Según la revista digital de salud MedlinePlus, pueden aparecer problemas como alergia y asma, enfermedades por deficiencia inmunitaria; cuando falta uno o varios componentes del sistema, o enfermedades autoinmunes; alteraciones que originan que nuestro sistema ataque por error nuestras propias células y órganos.
¿Cómo reforzar nuestro sistema inmunitario?
Los expertos recomiendan que un estilo de vida saludable es la mejor vía para conseguir que este sea fuerte. No fumar ni beber alcohol, hacer deporte, dormir lo suficiente, mantener un peso saludable y evitar el estrés son algunas de las recomendaciones que se deberían seguir para tal fin. Tal y como se señala en el artículo Nutrición y sistema inmunitario de la editorial Elsevier, hay ciertas señales que sin una causa aparente pueden ser originadas por una disminución de la respuesta inmunológica. Así pues, podemos encontramos con que un herpes labial, caída del cabello, dificultades de cicatrización o dolores musculares pueden ser causados por un estrés prolongado, dietas desequilibradas o un descanso insuficiente.
No obstante, no nos debemos olvidar de lo que comemos. Así, hay varios alimentos que nos ayudan a tener nuestro sistema más reforzado gracias a sus compuestos y nutrientes.
Tomate
La vitamina C que aporta el tomate ayuda a producir interferón, una sustancia natural que ayuda a los glóbulos blancos y otras células del sistema a combatir infecciones y otras enfermedades. Esta vitamina también es fundamental para producir colágeno, la proteína que une los tejidos conectivos del organismo, y contribuye al mantenimiento de las barreras contra agentes infecciosos.
Puedes hacer recetas muy variadas con este alimento: ensaladas, cremas o tomates asados al horno.
Aceite de oliva virgen extra
La vitamina E, que está presente en productos como el aceite de oliva, es un potente antioxidante que actúa contra los radicales libres y ayuda a mantener sano nuestro sistema inmunológico.
Según indica el mismo artículo mencionado anteriormente, esta vitamina aumenta la respuesta inmunológica, pues en un estudio se administró 200 mg/día de esta sustancia a personas inmunodeprimidas con dietas desequilibradas, y su respuesta mejoró considerablemente.
Pimiento rojo
El betacaroteno, precursor de vitamina A, es un componente que encontramos en numerosas verduras anaranjadas, amarillas y rojas y también en algunas frutas. Se trata de un antioxidante que ayuda a mantener la piel y visión en buen estado, pero es también un nutriente clave para combatir las infecciones y en el mantenimiento de la integridad de la superficie de las mucosas, barreras naturales contra los agentes invasores.
Huevos
Los huevos son uno de los alimentos que nos aportan hierro además de proteínas de alto valor biológico. Un déficit de este mineral disminuye el crecimiento y la multiplicación de las células y, por lo tanto, la respuesta inmunológica. Podemos preparar una gran variedad de recetas con huevo, entre ellos, revueltos, huevos rellenos, tortillas u otras recetas originales como las que te preparamos a continuación.
Cítricos
Las naranjas, limones, mandarinas o pomelos son algunos de los cítricos que mejoran tu respuesta inmunológica ya que su contenido en antioxidante fortalece tu sistema, aumenta la producción de glóbulos blancos, ayuda a absorber el hierro; mineral fundamental para el desarrollo celular, facilita la producción de colágeno, protege las mucosas del organismo, mantiene en buen estado los tejidos, huesos y articulaciones y combate las infecciones.
Pescado
El pescado es uno de los alimentos que se incluyen dentro de una dieta equilibrada. Aparte de contener un alto aporte de proteínas, el pescado es una buena fuente de vitaminas del complejo B, fundamental para el funcionamiento del sistema nervioso, el transporte de oxígeno en la sangre, combatir las toxinas, la producción de energía y mantener la función cerebral. El déficit de estas vitaminas origina que se elimine la respuesta de algunos linfocitos, un tipo de glóbulo blanco, y la reducción de anticuerpos.
En lo que refiere a minerales, también contiene hierro, fundamental para la producción de hemoglobina, proteína que se encuentra en los glóbulos rojos y que transporta el hierro desde los alvéolos pulmonares a los tejidos del organismo. También presenta cinc, un mineral que facilita la respuesta inmune y su déficit puede afectar a los órganos linfoides; y selenio, fundamental para la protección del organismo contra los radicales libres y cancerígenos, reducción de la inflamación y fortalecimiento del sistema inmunológico.
Fuentes
Imágenes:
Foto principal: Matthiasboeckel vía Pixabay
Imagen aceite: Pexels via Pixabay
Imagen huevos: Innviertlerin vía Pixabay
Imagen frutas: Obodai26 vía Pixabay
Imagen sardinas: Danatentis vía Pixabay
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