Propiedades de la calabaza, una hortaliza de otoño

Llega el otoño, una temporada llena de frutos de la tierra que nos proporcionan energía y nutrientes. Según la experta en nutrición energética y natural Montse Bradford, los alimentos que se deben incrementar en esta estación son  los cereales, preferiblemente el mijo, la avena, el trigo sarraceno, el arroz, la quinoa, la cebolla, col, calabaza, coliflor, los estofados de leguminosas, pescado, verduras estacionales,  algas y las frutas en forma de compotas entre otros. Bradford también asegura que en esta estación del año nuestro organismo necesita alimentos que refuercen el sistema inmunitario, pero también que nos relajen.

Como ya te hemos hablado de las propiedades del membrillo, hoy hablaremos de la calabaza, una hortaliza que presenta una pulpa ligeramente dulce, textura firme y superficie dura que ayuda a que se conserve durante más tiempo. Podemos elaborar un sinfín de recetas, ya sean saladas como dulces.

En el mercado encontramos una gran variedad de esta hortaliza, cada una con diferente color y tamaño (por ejemplo la americana o la de violín). A pesar de la diversidad de esta hortaliza, todas tienen en común una característica: sus semillas, una buena fuente de nutrientes para nuestro organismo. Entre los minerales más destacados, encontramos el magnesio, importante para el sistema nervioso y cardiovascular; y el cinc, compuesto que ayuda a mantener en buen estado el sistema inmunitario. Además, también es rico en triptófano, un aminoácido esencial que ayuda a que nuestro organismo segregue serotonina, un neurotransmisor que ayuda a mantener un buen estado de ánimo, a regular el sueño y garantizar el desarrollo de los órganos de nuestro cuerpo. Leer más en esta entrada.

 

calabaza abierta con semillas

Las semillas de calabaza tienen numerosas propiedades muy beneficiosas para el organismo

 

Beneficios para el organismo

Como ya hemos comentado, estamos hablando de una hortaliza con mucha riqueza nutricional. Presenta betacaroteno y vitaminas E y C, dos compuestos antioxidantes. También contiene varias vitaminas del grupo B como B6 o ácido fólico. Nuestro cuerpo transforma los carotenos  en vitamina A y, entre sus propiedades, destaca la capacidad de mantener un buen estado de los ojos y de los oídos, así como prevenir algunos cánceres como el de próstata.

Su consumo también es beneficioso para combatir alteraciones del sistema urinario, como retención de líquidos o cistitis; del sistema nervioso y sistema cardiovascular; ayudando a mantener los niveles adecuados de colesterol en la sangre y a controlar la hipertensión arterial; del sistema inmunitario; o sistema digestivo, combatiendo trastornos como el estreñimiento. Además, su rico contenido en fibra permite controlar los niveles de azúcar en sangre siendo adecuada para personas con diabetes.

 

Preparaciones culinarias

Entre las preparaciones culinarias, puedes aprovechar la calabaza para hacer cremas, caldos, hornearla,  hervirla, o bien usarla en estofados o guarniciones. También resulta ideal como ingrediente para hacer pasteles, postres y confituras o mermeladas.

 

crema de calabaza

Receta de crema de calabaza, un aperitivo muy saludable. Acceder aquí 

Antes de usar esta hortaliza es aconsejable lavar su superficie con un paño ligeramente humedecido. A continuación puedes cortarla por la mitad, quitar las semillas y hornearla. Esta pulpa te servirá para cremas y purés. Otra manera también sencilla es cortarla y trocearla eliminando tanto la piel y semillas antes de hervirla o saltearla o cocinarla al vapor.

Hay que tener en cuenta que, para conservar su sabor y todos sus nutrientes, no conviene cocer la calabaza en exceso, máximo unos 20 minutos. Una buena combinación es mezclar  esta hortaliza con  especias o hierbas aromáticas. Tanto si preparas recetas dulces como saladas, puedes emplear canela, vainilla, jengibre, romero, hinojo entre otros.

 

Cómo elegir una buena calabaza

Una de las señales para identificar una pieza de calidad es la piel. Esta debe ser lisa y estar intacta. Se recomienda las de piel gruesa,  de esta manera se puede prolongar un poco más su consumo.

A la hora de conservarlas, debes mantenerlas en un lugar fresco y seco. Si solo vas a usar la mitad de ella, puedes almacenar en la nevera la otra parte bien cubierta con papel film durante al menos una semanas.

 

Imagen principal: suju vía pixabay

Segunda imagen: MapleHorizons vía Pixabay

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